CAPÍTULO II: MEJORANDO
Era un día normal, como otro cualquiera, yo sentando en mi despacho observando el bosque conífero, virgen y húmedo que se veía a través de la ventana. De repente la puerta se abrió de golpe y entró Jim mi más joven y brillante becario del ala biológica.
- Señor, señor lo tengo, lo tengo
- ¿Qué tienes Jim?
- Lo tengo, lo tengo
- ¿Pero el qué?
- Tengo la fórmula para modificar genéticamente a un humano
- Estas diciendo que Beta es posible, y de ¿presupuesto aceptable?
- Sí, pero aun así necesitaríamos el apoyo financiero de un organismo del gobierno. Aunque solo el Ejercito estadounidense se ha comprometido a financiar el proyecto.
- Beta es un científico, no un arma experimental y no lo pienso vender, sacaremos el dinero de otra forma
- Señor nos dan 654.000.000 de dólares, presupuesto más que suficiente para crear a Beta. Ademas la junta ya ha dado su visto bueno, solo nos falta su firma. Recuerda que la voz cantante será nuestra, solo será un arma si nosotros lo permitimos.
- Jim, no creo que sea una buena idea hablar con el ejército americano, somos una multinacional de paz. No espero que me entiendas pero somos canadienses, independientes y pacíficos. Pero ante todos somos demócratas y buscamos el bien par la humanidad, si este soldado puede ayudar a la especie... Llama al general, el proyecto estará en pruebas durante 2 meses, no doy mas tiempo, si cualquier cosa sale mal con el ejército, no me temblará la mano en cortar el proyecto aunque esté en su fase final.
- ¿Algo más señor?
- Sí, espero que comprendas lo que tengo que hacer, quedas ascendido a director del proyecto Darwin.
