¿Qué es la vida?

Eso me pregunto yo, qué es. Según la cultura, las opiniones varían. También son distintas las opiniones que tenemos cada uno de acuerdo a nuestras experiencias vividas y en cómo, dónde y con quién nos hemos criado y vivimos.

Hay quien piensa que la vida es un regalo. Otras personas creen que es una lucha y sufrimiento continuos. Personalmente, mi punto de vista coincide con ambas partes porque aunque es cierto que es un regalo, también es verdad que muy a menudo se sufre y se lucha por lo que queremos. Mi opinión es que es una oportunidad, una oportunidad para todo; para disfrutar y para sufrir, para amar y ser amado, pero sobre todo para sentir.

En la vida hay momentos para todo: para reír, para llorar, para disfrutar de la naturaleza, para andar, para jugar, para pensar,... Sin embargo, lo más importante es saber cómo administrar el poco tiempo que tenemos en nuestra corta vida. Muchas veces, los jóvenes no nos damos cuenta de cuán poco duradera es, y desperdiciamos el tiempo haciendo tonterías. Deberíamos escuchar más a los mayores, ya que pasaron por lo mismo que nosotros e intentan que no cometamos los mismos errores que ellos para que aprovechemos mejor nuestra vitalidad, que en muchos casos ya han perdido por la edad.

Además, hay muy diferentes clases de vida. Hay personas que disfrutan de muchas comodidades y muchas otras que creen que esas comodidades son ciencia ficción. En numerosas ocasiones, nosotros no disfrutamos de los privilegios que tenemos, no los sabemos valorar lo suficiente. Eso puede comprender desde el agua corriente, la calefacción, la electricidad, Internet,... hasta cosas más genéricas como nuestros derechos, derecho de reunión, de expresión, de libertad de prensa, para decidir nuestro futuro o para disponer de nuestros bienes como mejor nos convenga.

 Los derechos han costado mucho conseguirlos y ahora parece que hay personas que intentan que renunciemos a ellos a través del terror, matando gente como lo ocurrido ayer en París. Intentan asustarnos, pero no lo conseguirán. Ahora parece que en cualquier momento pueden acabar con nosotros y es imprevisible saber si vas a morir de esta forma, aunque sería mucho peor rendirse a lo que ellos quieren.

Por todo ello, hay que vivir la vida al máximo, saber disfrutarla y hacer con ella algo que merezca la pena.