El día del trabajo

01.05.2016 12:56

Le sigo. Voy lentamente, para no hacer ruido. Espero que no oiga mi agitada respiración, llena de rabia. No me puede ver, apenas hay iluminación en el garaje. Me he aguantado durante muchos años, y ahora que ha terminado mi estancia aquí, voy a vengarme por todo lo que he sufrido. Se ha detenido junto a su coche, está examinando el vehículo de al lado, que es de lujo. Quizá esté pensando en comprárselo, aunque la semana pasada se compró un Mercedes. Aprovecho su distracción y disparo.

Durante años he estado trabajando para un jefe que siempre pedía más de mí, que no sabía valorar mi esfuerzo, mi dedicación, que nunca me dijo una palabra amable y no vio que era el empleado más fiel de la plantilla. Todo lo contrario, me amenazaba con el despido si dejaba de trabajar o denunciaba su trato hacia mí. Incluso le dí tanta dedicación a mi empleo para que me tuviera en mayor estigma, que apenas ví crecer a mi hijo y mi mujer se buscó un amante. Ahora que me he jubilado, y me he quedado solo, sin nada que hacer, he decidido acabar con la persona que me impidió tener una vida mejor. 

He elegido este día porque lo único que he hecho en mi penosa vida ha sido currar sin parar. Ahora voy a tener que huir de la policía y no sé dónde esconderme. Aunque ahora que lo pienso, no merece la pena huir, total, no tengo nada. Así que me pego un tiro.