NO HAY HUECOS EN BLANCO

17.01.2016 17:54

PERSONAJES

 

La noche era cerrada y la vieja puerta de la mansión de la señora Svorski estaba abierta con una señal que decía, “sois los últimos”. Maya extrañada le dijo a Peyton -¿Será por nosotros?-

Al abrir la puerta Maya vio a otras 3 personas en la sala, perpleja les preguntó que quiénes eran. La respuesta la dejó todavía más asombrada: Riley era una reputada bióloga neoyorkina a la que la señora Svorski iba a donar mucho dinero para investigar la relación entre chimpancés; Fred, un ingeniero dedicado a la supervivencia humana bajo el océano y Steve, el más silencioso era dueño de una marca de embotellamiento de agua mineral. Maya exclamó –disculpen pero la señora Svorski va a dejar su fortuna a mi investigación-

Una voz sonó desde lo alto de las escaleras, la señora Svorski – Querida, sí y no, igual que te digo una cosa te digo la otra-. Riley le preguntó a qué se refería, a lo que ella respondió “tengamos paciencia, primero disfrutemos de la cena”.

A lo largo de toda la cena el silencio solo era interrumpido por la señora Svorski para hacer alguna pregunta. La desconfianza y la confusión invadía las mentes de todos los invitados, intentándose analizar unos a otros. Al terminar el postre, la señora se levantó y les anunció a quién iba a dejar la fortuna:

Como ya estoy muy mayor, he comprendido que mi dinero no lo voy a utilizar así que lo he decidido donar a las cuatro investigaciones. Si mi muerte se produce llevando algo de oro, los chimpancés de Riley serán muy ricos. Si llevo un vestido, Maya podrá ir a Marte en persona a ver si hay vida. Que estoy en la cama Fred salvará a la especie humana. Si muero de blanco el agua será más pura.

Dicho esto todos se miraron y vieron como dejaba por escrito su último problema, hecho esto, se subió a su habitación a coger unas fotos de su marido fallecido para enseñárselas.

Riley cogió un viejo juego de cartas y preguntó quién se apuntaba a jugar a las cartas, todos se acercaron a la mesa y empezaron la partida y a conversar. Después de la primera partida, Fred se levantó y fue al baño, allí encontró un anillo de oro y se lo metió al bolsillo. Al volver había una gran discusión entre Riley y Steve sobre si habían hecho trampas. Confirme Fred se sentaba, Steve se levantó. Steve se marchó al jardín a fumar un cigarrillo donde vio al perro de Svorski que le ladró y este lo mandó callar. Mientras en la sala Riley dijo quedarse con hambre y fue a la cocina a buscar algo de queso, tras cortarlo decidió llevarse el cuchillo para defenderse de Steve si volvía a meterse con ella. Maya cogió un libro titulado “El asesinato imperfecto” y cuando pretendió leerlo se dio cuenta de que se había olvidado las gafas y salió al coche a por ellas. Al llegar a la puerta del coche buscó la llave, pero recordó que se la había dado a su marido para que a guardase, así que decidió volver y mandar a Peyton a que le buscase las gafas.

Cuando Peyton regresó, todos juntos estaban sentados en el sofá, hablando y riéndose. Maya preguntó entonces por la señora Svorski y todos recordaron que llevaba ya más de una hora buscando las fotos, se apresuraron a subir las escaleras a ver si estaba bien.

En su habitación tirada en el suelo con una chaqueta de punto rojo, un anillo de plata, estaba ella, nadie se llevaría el dinero, se miraron unos a otros y empezaron a preguntarse quién sería un asesino. Steve dijo entonces – Maya y Peyton la han matado, primero fue ella, pero no tuvo valor así que mandó a su marido-, Peyton no dudó en saltar a defender sus inocencias y a apuntar que él había estado en el jardín mucho rato. Fred más calmado dijo que ahora era el momento de calmarse y que el mejor modo era separándose.

Fred hizo un gesto a Riley para que fueran a hablar. Cuando estaban en el cuarto de invitados, Fred sacó el anillo de oro del bolsillo y le dijo, -si lo ponemos, tú ganarás la apuesta y me darás la mitad del dinero-. Ella muy fría aceptó el trato con una condición, debía ser él quien tocase el cadáver.

Maya calmó a Peyton y le dijo que lo más importante ahora era descubrir quien la había matado y hacer pagar al culpable con todo el peso de la ley.

Ambas conversaciones fueron rotas por Steve que le anunció que había llamado a la policía y que estaban al llegar, que preparasen sus confesiones. Así que Fred corrió a ponerle el anillo a Svorski en el bolsillo y reclamar que la fortuna era de los chimpancés.

Al llegar el comisario Agguie, se dirigió al cadáver y lo observó. A continuación preguntó a los invitados por los hechos, tras reflexionar unos minutos dijo saber quién o quiénes eran los culpables.

La señora Svorski fue asesinada por Fred, si quieres saber porqué.