Un mundo feliz

03.03.2016 19:43

O quizá no tanto. Varios personajes de este libro se sienten marginados e incomprendidos por la sociedad. Ésta, es futurista, en la que tras la revolución industrial, que posteriormente se extendería a todos los aspectos de la vida, se crea una sociedad fordiana. En este libro, Ford da unas pautas de cómo debe organizarse la nueva sociedad, que en realidad parece más estamental (porque está programada genéticamente y un cambio es inviable) que una sociedad progresista. La sociedad va de Alfas (la categoría más alta) a Epsilones (la más baja).

La felicidad del individuo no es importante, todo está programado desde que son pequeños para que acepten la categoría a la que pertenecen. Bernard Marx, un Alfa que no encaja con el prototipo de su clase, decide irse con una chica a tierras salvajes, donde no está la civilización. Allí, se encuentra con una madre que se quedó atrapada allí y tuvo un hijo, que se ha criado con la civilización salvaje, y los lleva de vuelta a casa. En la trama se ve cómo el hijo reacciona a la nueva sociedad, que intenta experimentar con él, rechazándola, y cómo Bernard sube en la escala social a costa de él.

Es muy interesante cómo nos plantea el choque entre dos mundos opuestos y cómo los que mandan nos comen el tarro todo el tiempo, siendo los medios de comunicación, la educación y la moral instrumentos para mantener una sociedad consumista y en la que los trabajadores y el valor del individuo no importan.